Con su trabajo, Amanda le aporta al trabajo con la comunidad y actores sociales que hacen parte del área de influencia directa de la Primera Línea del Metro de Bogotá.
Amanda Naranjo Cortés nació en Bogotá en el año de 1977 en el Hospital San Pedro Claver, actualmente Hospital Universitario Mayor- Méderi, ubicado en la localidad de Los Mártires, y toda su vida ha residido en el barrio San Gabriel (Galán), de la localidad de Puente Aranda.
Ambas localidades son dos de las nueve que hacen parte del área de influencia de la Primera Línea del Metro de Bogotá (PLMB).
En el año 2003, Amanda se graduó como trabajadora social de la Universidad Monserrat de Bogotá, y como especialista en Planeación, Gestión y Control del Desarrollo Social en la Universidad de la Salle. Hoy es parte fundamental del equipo social de la PLMB, en donde primero conformó el grupo de trabajo que realizó la actualización del Estudio de Impacto Ambiental y Social (EIAS) de la PLMB, y desde julio del año 2023 como gestora social del concesionario Metro Línea 1, firma encargada de la construcción de este proyecto, al que ha enriquecido con su aportante trabajo.
¿Por qué se decanta por el trabajo social?
Mi papá es líder, hace parte de la junta de acción comunal del barrio San Gabriel, es mediador y conciliador en equidad, ha sido un líder innato, y todo ese trabajo que he visto en mi papá me motivó a estudiar trabajo social; el querer trabajar por la comunidad y enriquecer la sociedad a través de un intercambio de saberes.
¿Cómo ha sido su desarrollo profesional en la PLMB?
Hacer parte de este proyecto ha sido una experiencia gratificante porque me ha permitido desarrollar mis habilidades, me permite mostrar mi experiencia laboral y desarrollar lo que sé hacer: trabajar con la comunidad y actores sociales.
Como ciudadana, ¿qué percepción tiene de la PLMB?
El Metro aparte de ser una de las principales soluciones para la movilidad en Bogotá, es también uno de los proyectos más importantes financiados por la banca multilateral, es importante para el país y es importante para Latinoamérica, nosotros somos visitados por muchos extranjeros.
Siendo conocedora de su sector y siendo parte de la comunidad del Área de Influencia Directa (AID) del proyecto, cuéntanos qué percepción tienen sus vecinos de la PLMB.
En Puente Aranda los líderes a los que me he acercado refieren interés en que este proyecto sea una realidad; para las personas adultas es una solución que han anhelado por más de 50 años.
¿Qué invitación le hace a sus vecinos y a todos los bogotanos?
A que nos informemos de lo que realmente está ocurriendo con la Primera Línea del Metro de Bogotá y no se genere desinformación, que se acerquen a las oficinas de atención al ciudadano dispuestas en cada uno de los tramos, y a que, así como nosotros los escuchamos, queremos que nos escuchen.
Amanda también es madre y para su hijo Nicolás, un joven estudiante de segundo semestre de ingeniería mecatrónica de la Universidad Nueva Granada, es importante que su mamá haga parte de este sueño bogotano, y ver en ella la pasión con la que trabaja día a día con el firme propósito de solucionar los inconvenientes de movilidad que afectan a toda una ciudad.
¿Amanda, qué le ha brindado a usted la PLMB?
Para mí, para mi familia y para mi hijo es muy importante que yo pertenezca a este proyecto porque ven mi pasión y se han contagiado de eso, tienen de primera mano la información del proyecto y la transmiten: lo que pasa en el proyecto y cómo vamos avanzando.
Tengo hoy también estabilidad financiera, y la posibilidad de pagar la universidad de Nicolás.
¿Qué mensaje le deja a su hijo y los demás jóvenes bogotanos?
A Nicolás y a los jóvenes, que sientan que este proyecto es de ellos y de las generaciones venideras, que seamos corresponsables de esta nueva cultura del Metro.
