Bogotá, D. C.

En mi casa tenemos mucho sabor, y una muestra de ello se encuentra en la localidad de Teusaquillo en donde existe un rincón mágico en el que cada mañana el aire se impregna con el aroma del pan recién horneado, de provocativas, garullas, pandebonos y otros tradicionales amasijos.

Estas delicias han conquistado el paladar de cientos de bogotanos por más de 50 años, pasando de generación en generación como parte de una tradición familiar. 

Foto frente al local de la panadería La Sultana

Se trata de la panadería La Sultana, un icónico establecimiento ubicado en la avenida Caracas con calle 39, donde don Edgar López y su familia han mantenido vivo este legado. 

A lo largo de los años, La Sultana ha sido testigo de la evolución de Bogotá. Durante los noventa, vio cómo la avenida Caracas se volvía caótica por el crecimiento del tráfico de buses tradicionales. Poco después, con la llegada del sistema TransMilenio, la avenida fue una de las primeras en ser intervenidas, transformando por completo su movilidad.

Hoy, el negocio se prepara para presenciar otro gran cambio: la llegada de la Línea 1 del Metro de Bogotá. Don Edgar recibe este avance con optimismo. Como comerciante, se alista para una ciudad más moderna, confiando en que los sabores tradicionales que han definido a La Sultana seguirán siendo parte de la vida de su comunidad. Con más de cinco décadas de historia, está seguro de que esta nueva etapa traerá grandes oportunidades para él como para sus fieles clientes.

En mi casa se cumplen las promesas. Bogotá, mi Ciudad, mi Casa. 
 

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